Lectores:

Les presento aquí pequeñas columnas que nacen de sucesos, al principio insignificantes, que se encargan de relatar mis sensaciones, ideas, experiencias y pensamientos.

martes, 27 de diciembre de 2011

PRIMERA MIRADA.. "En medio del dulce, la escuela de la vida"

Su olor es inevitable, en la distancia sientes ese aroma; dulce, pegajoso, suave. Buscas entre la multitud el sitio de donde proviene tan deseable esencia. Caminas; no sabes hacía dónde pero tus sentidos sí; ves una puerta grande de color rojo y adornada con palmeras. Tratas de ver en su interior pues sabes que ahí está lo que buscas, tu mirada se detiene en esas figuras, todas de diferentes colores y formas. Se te hace agua la boca, te deleitas con solo olerlas de cerca, y sientes la imperiosa necesidad de saborearlas.

Te transportas, sabes que vagaste sin rumbo dejándote influir solo por tus sentidos, pero quieres saber dónde estás, miras a tu alrededor; de repente logras ver un letrero, estas en el Astor. Entras. Te sientes diferente, no sabes por qué pero el ambiente te hace sentir en calma, tranquilo, sin preocupaciones. Pides un tinto con dos de azúcar y el tan anhelado dulce que te llevó hasta tan remoto lugar.

Miras a tu derecha y a tu izquierda, te rodean hombres y mujeres bien vestidos, sentados en su silla lo más elegante posible, tienen una mirada seria y en su forma de hablar ves seguridad, esa que te dice que lo que hablan no son incoherencias, por el contrario, fluye conocimiento. Te sientes como en una escuela, pero no como esas donde los niños se sientan a escuchar al maestro esperando ansiosos a que suene el timbre para salir al recreo, esta es diferente, todos se hablan entre sí, las ideas fluyen y el conocimiento abunda.

El dulce se mezcla con el saber. Hablar de economía, política o de los sucesos del día acompañados de un café con pastel hacen del Astor una fuente de conocimiento, esa que se esconde detrás de una repostería para convertirse en la escuela de la vida, en el lugar donde las charlas se sumergen en el saber y pierden el sentido del tiempo.

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